FANTASIA II

Publicado en por Estrella burbujeante

El calor del verano ha comenzado a derretir los hielos que sacaste del congelador... Me has desnudado con parsimoniosa lujuria: tus dedos han recorrido cada pliegue, cada costura, cada encaje de mi ropa, pero solo han dibujado mi cuerpo a través de ellas...

 

Con las rodillas elevadas, me brindé a ti. Recoges del pequeño tazón de cristal, donde el agua helada se deshace poco a poco, unas gotas entre tus dedos y las sueltas desde mis rodillas...

 

Las primeras gotas apenas recorren unos centímetros y se detienen, indecisas.... y tus labios imitan el recorrido bebiendo cada rastro de ellas hasta alcanzarlas. Volvés a mojar tus dedos y verter heladas gotas, que esta vez, descienden raudas por el interior de mis muslos hasta que el rastro se pierdes bajo mis nalgas. Nuevamente tus labios comienzan en el lugar de partida, mis rodillas, y trazan húmedos la misma singladura que un instante antes han recorrido las gotas: la rodilla, la de mi muslo... por detrás... bajando... e intentas beber lo que queda de ellas bajo mis nalgas.

Ahora toca desde la otra rodilla. La mezcla del juego, las frías gotas recorriendo mi piel por donde a ellas les place... el calor de tus labios tras ellas y la humedad de tu lengua recogiéndolas comienza ha originar una brillante humedad que asoma tímida por entre mis labios. Volvés a soltar la gélida agua y ahora surca intrépida mi pierna para detenerse en la cintura y desbordarse por el pliegue de mi ingle hasta detenerse entre mis nalgas. Mientras te acercas para emularlas, un leve estremecimiento me recorre porque sé cada uno de los sitios que recorrerás bebiéndome... y cuando te acercas a mis caderas no puedo evitar un apagado gemido, que se acrecienta cuando tu lengua desfila por mis ingles y que se convierte en un pequeño estertor cuando siento tu rostro junto a mi sexo y tu lengua junto a mi cola... intentado adivinar el escondite de las traviesas gotas...

 

Seguís vertiendo gotas por mis rodillas... al azar... ahora las tomas de mi ombligo.... ahora nuevamente han descendido por el interior de mis muslos hacia mis nalgas... de nuevo por mis ingles... y a cada paso, y a cada beso... se acrecienta el hilo de humedad que emana de mi sexo...

 

Arrojas ahora el agua con la suficiente experiencia como para prever su destino... y es ahora cuando la depositas de tal manera que se enrede en mi vello y empape mis labios... mis otros labios. Y es en este momento en el que, con un pequeño hielo en tu boca, jugas alrededor de mis labios... entre ellos... dentro de ellos... y acaricias con delicadeza el pequeño botón que esconden en el mismo instante que mis gemidos anuncian mi placer e inundo tu rostro.

...: Fantasía cumplida!

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